Capítulo 89

—Ay, Dios —mascullo.

—¡Addison!

—ruge al tiempo que vuelve a golpear la puerta.

Cruzo a toda prisa el salón para ver a través de la persiana y veo a Nick mirando fijamente hacia la ventana. Está muy agitado. Pero ¿qué le pasa a este hombre?

Puede quedarse ahí fuera toda la noche si quiere porque no pienso abrirle. Colocarme frente a él, cara a cara, sería todo un error. Se lleva el móvil a la oreja y el mío empieza a sonar una vez más. Rechazo la llamada y lo observo mientras mira su teléfono con incredulidad.

—¡Addison!

¡Abre la puta puerta!

—No

—replico, y veo que recorre el camino hasta la carretera. Casi me da un infarto al ver llegar a Lucas.

«¡Mierda!»

Se acerca a Nick, que no para de hacer aspavientos con los brazos como un loco.

Lucas le da unas palmaditas en el hombro para ofrecerle consuelo. Hablan durante unos instantes y luego mi hermano se dirige hacia la puerta de casa seguido por Nick.

—¡No, Lucas! —le grito a la ventana—. ¡Joder, joder, joder, joder!

Se acabó, ¡Lucas
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