—¿Puedo saber cuál es esa palabra? —pregunto.
Sí, lo sé, me estoy pasando de metiche, pero quería saber hasta dónde podía confiar.
—Amor —responde ella con simplicidad.
—¿Amor? Ahora sí estoy confundido.
—Enzo no cree en el amor, esa era su palabra de seguridad cuando comenzamos y yo decidí que siguiera siéndolo, nos hace recordar porque estamos juntos. Nos amamos más allá de nuestro estilo de vida. Porque eso es la dominación y la sumisión, Addison, un estilo de vida.
—¿Eres feliz? —tenía que preguntar.
—Absolutamente. Lo mejor que me ha pasado en la vida fue firmar el contrato que Enzo me ofreció una noche. Gracias a eso, tengo dos hijos hermosos y un esposo que me quiere. Enzo puede llegar a ser muy cruel e hiriente si se lo propone, me hizo llorar mucho, no te lo voy a negar, pero cada obstáculo que vencimos fueron ladrillos que nos ayudaron a construir lo que somos.
»El sexo es lo más alucinante y perfecto del mundo, pero ten presente algo: el sexo difícilmente se trata solo de s