—A menos que puedas explicar ese pequeño detalle y confirmar las fechas, creo que ya hemos terminado. —La miro expectante, pero ella no dice nada. Le tiro la ecografía—. Y ahora lárgate y vete a buscar al verdadero padre de tu criatura. —No aparto los ojos de esa mujer, y no lo haré hasta que la puerta esté cerrada con ella al otro lado—. ¿Te vas ya o voy a tener que arrastrarte? —pregunto dando un paso hacia adelante.
Ella se agacha, recoge la imagen y se dirige a la puerta. Su mirada se desvía nerviosa de Nick a su histérica esposa embarazada, y en cuanto su cuerpo atraviesa el umbral, le cierro la puerta en las narices y me giro para mirar a mi marido ex gigoló. Se muerde con nerviosismo el labio inferior, y quizá no debería, pero estoy furiosa con él.
Paso por su lado y subo la escalera. El grifo de la ducha sigue abierto cuando llego al baño de la habitación. Me desnudo, me lavo los dientes y me meto bajo el agua sin ninguna prisa por acabar pronto. Llevo despierta menos de media