Capítulo 430

De haber tenido cordero en la boca, me habría atragantado, pero en lugar de hacerlo empiezo a desternillarme de risa.

—¿Qué? —digo entre carcajadas.

No me lo repite. Me guiña un ojo y yo me enamoro de él un poco más.

—Cómete la cena, nena.

Miro mi plato con una sonrisa y empiezo a comer de nuevo, totalmente satisfecha a pesar de que no he tenido ningún orgasmo.

Sigo bullendo ligeramente, pero no me importa.

—¿Qué vamos a hacer mañana? —pregunto.

—Bueno, pues no sé tú, pero yo voy a darme un atracón.

—¿Vas a tenerme encerrada en el Paraíso todo el fin de semana? —No me importa, pero estaría bien ir a dar un paseo, o a cenar.

—No iba a hacerlo, pero puedo poner cerrojos. —Se mete el tenedor en la boca y empieza a masticar un trozo de pimiento relleno lentamente mientras me mira con las cejas enarcadas. Le estoy dando ideas.

No le contesto. Amplío mi sonrisa burlona, plena de felicidad, y sigo intentando terminar de cenar.

—Joder, adoro esa puta sonrisa. Mírame.

Mi sonrisa ya no es socar
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