Se me tensan los hombros y me estremezco al oír la fría y desagradable voz de Lily. Intento recobrar la compostura y me giro para mirarla.
—Ha sido un día muy largo y estoy cansada —contesto, y al instante me avergüenzo por el doble sentido de mi comentario. Si ella supiera lo «largo» que ha sido el día...
Da un sorbo de prosecco sin dejar de mirarme con recelo.
—Eres una caja de sorpresas —ronronea.
Parece decirlo con sinceridad. ¿Es un cumplido? No, por favor, no seas amable conmigo.
¿Acabo de follarme a su novio en su cuarto de baño nuevo y ahora es amable conmigo? ¿O es que el aseo también es suyo? ¡Joder! Quiero que me trague la tierra y morirme. Soy un ser despreciable.
No sé qué decir.
—Gracias —respondo, y me giro hacia el ascensor al oír que se abre. Tengo que largarme de este lugar.
—No era un cumplido —dice con rotundidad.
—Ya me lo imaginaba —contesto sin mirarla. Está claro que me había equivocado.
—Sabes que Nick ha comprado este edificio, ¿verdad?
Quiero pre