Capítulo 125

Mierda, eso digo yo. Aprieto los labios por temor a echarme a reír y hacerlo enfadar aún más.

—Ay, no. Me va a tener un mes castigada —susurro para que sólo Nina pueda oírme. Mi amiga escupe a diestro y siniestro al intentar contener la risa, y yo no consigo reprimir la mía.

Estamos las dos sentadas en el suelo del bar como un par de hienas borrachas. La cara de Nick se pone más roja a cada segundo que pasa. Nina se ríe todavía más. ¿Por qué mi chico no puede mirarme con cara de desaprobación en vez de quedarse ahí plantado como si fuera a entrar en combustión espontánea? Tampoco voy tan mal. Mi ubicación actual es sólo cortesía de la delincuente de mi mejor amiga, que me lleva por el mal camino.

Un portero con la cabeza rapada se acerca a nosotros. Tiene cara de malo. Doy un codazo a Nina para indicarle que van a echarnos del bar.

—Nina, si no nos dejan entrar más para comer, tendré que darme a la bebida. —Me encanta el sándwich de beicon, lechuga y tomate del Ba
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App