**Lyra**
Mi hijo se alimenta de mí con avidez, con una fuerza que me hace estremecer. Es perfecto… cálido, pequeño, pero lleno de vida. La suya.
Cierro los ojos mientras lo amamanto, sintiendo la succión constante en mi pecho y el dolor punzante en el alma. Cada vez que lo toco, cada vez que lo abrazo… no puedo evitar pensar en el que no está.
Mi otro cachorro.
Mi pequeño.
Y ahora sé —por fin sé— que no fue simplemente la tragedia del destino. Fue un acto. Una decisión. Un sacrificio.
Tharion me lo dijo con esa voz grave y contenida, la mandíbula tensa, como si cada palabra le costara más que la anterior. *“Tu primer bebé absorbió la mayoría del veneno. Lo hizo para protegerte. A ti… y a su hermano.”*
Me quedé sin aliento. No lloré. Ni siquiera grité. Solo sentí cómo mi interior se quebraba en un millón de astillas que no sé si podré juntar de nuevo.
¿Mi hijo… mi bebé… eligió morir para que nosotros viviéramos?
El peso de esa verdad me aplasta el pecho más que cualquier daga.
Y entonc