Punto de Vista de Isabela
Después de regresar a Suiza, un teléfono extraño no dejaba de llamarme.
—¿De verdad pensaste que esconderte en Suiza te mantendría a salvo? —La voz ronca de Sofía crujió por la línea justo cuando Alejandro y yo aterrizamos en Zúrich. —Me destruiste la vida, Isabela. Ahora es tu turno.
La llamada se cortó.
—Va a atacar la exposición. —Dijo Alejandro con gravedad. —Es el último día. Habrá una multitud enorme.
Volamos de inmediato de regreso a Nueva York.
El museo estaba lleno de gente.
De repente, las luces se apagaron.
Bajo el resplandor rojizo de las luces de emergencia, Sofía emergió de entre la multitud.
Su rostro era un mapa de cicatrices, y sus ojos desquiciados.
Abrió su abrigo, revelando una bomba atada a su pecho.
El pánico estalló.
En medio del caos, Sofía me agarró.
—Hoy morimos juntas. —Susurró, con el dedo en el detonador.
De pronto, una figura salió disparada de las sombras.
Vicente.
—¡Sofía! —Rugió, abalanzándose sobre ella. —¡Si quieres hacerle d