Mi exposición individual de escultura en el Museo de Arte Moderno de Nueva York fue el tema de conversación de toda la ciudad.
El mundo del arte estaba alborotado.
—La serie Renacimiento es sobrecogedora… un testimonio de la resiliencia del espíritu humano. —Escribió una crítica.
Alejandro se mantenía a mi lado, impecable en su traje hecho a la medida, su presencia una fuente silenciosa de fortaleza.
—Isabela, felicidades. —Me susurró al oído. —Tu obra va a cambiar vidas.
—No estaría aquí sin ti. —Respondí con la voz cargada de una emoción que apenas comenzaba a redescubrir.
Era más que gratitud. Era paz.
Justo entonces, el subastador anunció la noticia más impactante de la noche.
—La pieza central, Renacimiento desde el capullo, se ha vendido por la increíble suma de cinco millones de dólares. El comprador desea permanecer en el anonimato, pero la puja fue realizada desde una dirección IP localizada en... Monterrey.
La sangre se me heló.
—¿Un comprador de Monterrey?
Apreté la mano de