Cassandra se giró, sin decir una palabra.
William le sostuvo los hombros, al borde de las lágrimas.
—Cassandra, ¿podemos hablar, por favor? No quiero terminar así. Yo solo no quiero…
Cassandra estaba hecha un lío por dentro, sin saber cómo manejar la situación con William. En ese momento, lo único que quería era estar sola.
Unos segundos después, el timbre sonó, rompiendo el silencio que había entre ellos.
Eran Vanessa y Luca.
—¿Qué hacen ellos aquí? —murmuró William, desconcertado.
—¡William, de verdad estabas aquí! —dijo Vanessa aliviada al verlo.
Pero apenas habló, notó de inmediato la tensión en el ambiente entre William y Cassandra.
—Ustedes dos…
—Vanessa, llegaste justo a tiempo. Llévatelo —interrumpió Cassandra, señalando a William con la barbilla.
William no estaba dispuesto a irse con Vanessa y Luca.
—No me voy a ningún lado. Esto es entre Cassandra y yo. No deberían meterse en nuestros asuntos.
Luca frunció el ceño.
—¿Y quedarse aquí tanto tiempo te ayudó a resolver algo?
Wi