—Qué bien se te da eso de usar a la gente y luego tirarla a la basura. En serio, te felicito.
Sofía rio con amargura.
—Todo este tiempo he hecho justo lo que me has pedido para la empresa, sin protestar ni una sola vez. Pero en serio, me has decepcionado como no tienes idea.
—No olvides que tú también eres una Vargas —respondió Lorena, a la defensiva—. Si a la empresa le va bien, a ti también te beneficia. Entonces no digas que es por Inmobiliaria Panorama. Admite que también lo haces por ti.
Al escucharla, se sintió decepcionada. No podía creer que toda su dedicación y su esfuerzo por la empresa fueran reducidos a un simple acto de egoísmo.
Volvió a llamarla "madre", en un intento por hacerla entrar en razón.
—Madre, ¿lo dices en serio?
Pero no vaciló.
Por un instante, la expresión de su hija pareció conmoverla, pero algún pensamiento fugaz forjó su determinación.
—Tienes tres días para resolver este escándalo. Si no lo haces, olvídate del puesto de directora general.
Lorena hizo un g