Siempre había intentado ser paciente para no hacer quedar mal a su madre, cediendo una y otra vez. Pero ahora se daba cuenta de que su paciencia sin límites no cambiaba nada. Mucho menos la opinión que su querida hermana tenía de ella.
Si las cosas eran así, más valía ir a la ofensiva. Quería ver qué otras cartas guardaba su hermana para usar en su contra.
¿Creía que su prometido era un gran partido, que todas las mujeres debían desearlo?
¿Eduardo?
Una sonrisa se dibujó en los labios de Sofía. Y ese hombre, ¿cómo había podido olvidarse de él? Al principio no había revelado lo que sabía para proteger la reputación de Valeria, pero ahora veía que todo estaba conectado.
Siendo así, ¿por qué debería seguir guardando las apariencias?
Era mejor desenmascararlos a todos de una vez.
Mientras veía el video en internet, sentía cómo la furia crecía en su interior. Ella no les había hecho nada. ¿Por qué insistían en meterse en su camino uno tras otro? Lo único que ella quería era hacer crecer Inmo