9. Presente
PRESENTE
Nathaniel se despertó y notó el cuerpo pesado, sus músculos ya no estaban tensos y estaba relajado. Era una sensación poco habitual. Respiró profundamente y aspiró un perfume femenino, lo que lo hizo despertar del todo. Abrió los ojos por completo y vio a Celeste dormir en su cama profundamente y sonrió. Era una chica preciosa con su cabello en ondas, castaño y corto.
Su cuerpo dejó de sentirse pesado y pasó a la excitación absoluta. Lo asaltaron una serie de imágenes eróticas una tras otra. Pechos firmes, muslos pálidos, piel nívea y perfecta. Su lengua saboreando la dulce esencia de ella, la sensación de sus músculos cuando estuvo dentro de ella.
Virgen. Y ahora suya.
El sol entraba por la ventana y al ver la hora en su reloj se dio cuenta que había pasado toda la noche al lado de Celeste y eso lo hizo sentirse extrañamente feliz. Se acostó de nuevo y decidió dormir, se merecía la relajación después de todo.
Celeste era real, no como la mentirosa de Bianca.
Solo cuando sint