Esa mujer me volverá loco.
GAEL
Llevaba toda la mañana caminando como un gato enjaulado.
Arriba, abajo, a un lado y al otro del despacho de la organización, sin poder concentrarme en nada más que en una sola imagen: ese mechón blanco cayendo sobre su rostro.
Anastasia.
Desde que la había vuelto a ver ayer, mi cabeza era un caos. No podía dejar de pensar en su voz, en cómo se movía, en cómo me había dejado sin aliento aquella noche. Y ahora… era la hermana menor de Lia y Lena.
Perfecto. Iba a morir, despacito, y con una sonrisa.
Cuando la puerta se abrió y vi entrar a Lia, sentí que el corazón me daba un vuelco. A su lado, caminando con esa calma felina, venía Anastasia.
—Lia, qué bueno que llegaste —dije, tratando de sonar normal—. Adriano quiere que le muestre a tu hermanita el lugar y que tú hagas una inspección de la mansión, para ver que todo esté bien.
—Por supuesto —respondió Lia—. Te dejo, Anastasia, cuando estés lista me avisas para venir por ti.
—Oki, Lia —dijo ella con esa voz suave que me sacaba de q