El hombre de mis sueños.
ANASTASIA
Desperté envuelta en sus brazos.
El reloj marcaba las siete de la mañana y Gael dormía profundamente, con ese aire de paz que solo tienen los hombres después de una guerra… o después de mí. Gael fue mi primer hombre, pero no por eso no sabía a lo que iba, me había preparado y lo había imaginado muchas veces.
Me quedé observándolo un largo rato.
Era tan guapo como lo recordaba, incluso más. Su cabello oscuro caía sobre la frente, los labios relajados, el pecho subiendo y bajando con una calma que me calmaba y calentaba al mismo tiempo.
Había pasado años imaginando ese momento.
La primera vez que lo vi tenía quince años. Él, unos veinte. Llegó a nuestra casa buscando a mis hermanas.
—Hola, pequeña —me dijo aquel día con una sonrisa traviesa que me dejó muda—. Busco a Lia o a Lena.
—Se las llamo —respondí tartamudeando, intentando parecer madura.
Nos habíamos mudado hacía poco. Nuestros padres habían muerto en una misión; eran mercenarios del gobierno, y como era de esperarse,