Mundo ficciónIniciar sesiónAMBER PIERCE
—No era necesario que… hicieras algo así —susurré mientras envolvía el collar entre mis manos.
—¿Hubieras preferido un rubí real? —preguntó con su sonrisa arrogante.
—¡Dios! ¡No! —exclamé acercándome a él—. Es hermoso… e invaluable. Es demasiado.
—Quiero pensar que es suficiente para que… confíes en mí, confíes en que jamás te voy a lastimar y que jamás voy a dejar de protegerte —agregó con calma y acarició mi mejilla mientras yo sentía que iba a comenzar a llorar en cualquier momento—. Ahora sabes que tienes mi corazón en tus manos.
Y tenía razón.
Lo vi en mis manos acunadas, ese corazón rojo, su sangre cristalizada. Podía imaginarme que latía para mí.
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