AMBER PIERCE
—Anthony, no sé qué estás pensando, pero Byron no debe de tardar en llegar y no le va a gustar verte aquí —solté con molestia, estrechando con más fuerza a Jeremy.
—Sé que Byron no tarda, por eso estoy aquí, porque no puedo hablar con libertad frente a él —agregó acercándose aún más—. Amber, ven conmigo, hablemos, por favor. Ya estoy cansado de esperar a que recuerdes.
—¿Cómo? —pregunté sorprendida con el corazón acelerado—. ¿De qué hablas?
—Todas esas lagunas mentales, espacios en blanco, recuerdos inconclusos, yo los conozco, yo te conozco… solo ven conmigo —suplicó tomándome por el brazo e inclinándose hacia mí—. Por el inicio de nuestra eternidad juntos.
Sus palabras causaron eco en mi cabeza, erizando mi piel y revolviéndome el estómago. Me sacudí de su agarre y retrocedí. Me sentía mareada y asustada. De inmediato le entregué a Jeremy a Jazmín.
—¿Amber? —preguntó ella desconcertada mientras yo comenzaba a tambalearme.
—¡No! ¡Papá! ¡No quiero quedarme con él! ¡Po