La tarde en Pretty pasó tan rápido como la mañana, aunque el ritmo se intensificó notablemente. Después del almuerzo, Bianca se sumergió por completo en su nuevo espacio de trabajo. Elara le había dejado una pila de mood boards de la próxima colección de otoño-invierno, pidiéndole que aportara sus ideas y empezara a conceptualizar los primeros bocetos.
Se sentó frente a su mesa de dibujo, un lienzo en blanco para su creatividad. La luz de la tarde entraba por la ventana, iluminando los lápices de colores y las muestras de tela que Elara le había proporcionado. Bianca tomó un lápiz y, con una mezcla de concentración y emoción, comenzó a trazar las primeras líneas.
La tela, un pesado cashmere de color gris carbón, inspiró un abrigo de corte limpio y hombros marcados. Luego, un crepe de seda color borgoña la llevó a pensar en un vestido fluido con drapeados asimétricos.
Mientras trabajaba, el ambiente del Departamento de Diseño zumbaba a su alrededor. Escuchaba el suave murmullo de conv