Emily dio un paso hacia atrás, aterrada, viendo que Aiden tenía la copa en la mano y terminó cerrando los ojos con fuerza, esperando el humillante momento.
Sin embargo, nada ocurrió, solo se escuchó un chillido muy de cerca y para cuando Emily abrió los ojos, Aiden se había girado y le había tirado la copa de vino encima, a Valeria.
— ¡Ahhhhhhh! ¡Aiden! ¡¿Qué hiciste, idiota! — Chilló Valeria, completamente manchada y goteando, tal como le había sucedido a Isabella en su fiesta de compromiso.
— ¿Qué?, ¿qué hice? — El chico se hizo el desentendido, al tiempo que intentaba contener una carcajada.
— ¡Aiden! ¡¿Qué significa esto?! ¡¿Cómo pudiste hacerle eso a tu hermana?! — Gritó Ricardo.
El padre de Aiden, prácticamente había pegado una carrera al ver a su hija toda manchada e intentaba limpiarla con una servilleta, todo un caso, ¿qué podrían hacer para limpiar un vestido blanco manchado completamente con vino?
Allí fue cuando Aiden sonrió plenamente, lleno de satisfacción.
— Fue