Casi que haciendo un desfile, Valeria se dirigió hacia donde estaban Aiden, su hermano, junto a Isabella. Pero al notar que la chica pretendía salir huyendo, Valeria apresuró el paso, llegando justo a tiempo para detener a Isabella sosteniéndola por un hombro.
Al mismo tiempo, una mano fuerte, sostuvo la muñeca de Valeria con convicción.
— ¡Hey! ¡¿Qué crees que haces?! — Rugió Aiden, apartando la mano de Valeria del hombro de Isabella.
— ¡¿Qué haces tú, Aiden?! ¡Déjame! — Chilló ella furiosa.
— ¡No! ¡Ya déjala a ella en paz y no te atrevas a volver a tocarla! — Replicó Aiden, ceñudo.
Máximo observaba todo el espectáculo desde la distancia, los gritos llamaron también la atención de Emily y Carlos, uno de los hijos de Héctor, quienes charlaban junto a la barra del bar.
Máximo apretó los labios en una línea, ceñudo, dándose cuenta como ese tal Aiden, defendía a su supuesta novia.
La rabia no era suficiente, Valeria observo alrededor, los ojos de todos estaban sobre ella y todo er