Capítulo 53
El caos estalló en cuestión de segundos dentro dela salón de mi casa, Apenas logré reaccionar cuando le ordené a Liliana que buscara de inmediato a un médico. Gabriela gritaba con desesperación, sus ojos desorbitados al ver a su hijo sin responder en los brazos de Xavier.
—¡Alex, por favor, despierta! —la voz de Xavier se quebró, y las lágrimas se deslizaron por su rostro mientras lo sostenía con una ternura, dándole masajes en el pecho con su mano.
Lo recostamos en la cama de la habitación de huéspedes. Cada minuto de espera se sentía interminable, y frustrante. El silencio solo se rompía por el llanto de Gabriela, que no tardó ni un minuto en culparme, sacando toda su furia sobre mí.
Se aferró a mis brazos con una fuerza, sus uñas se clavaron en mi piel, mientras ella me miraba con los ojos rojos.
—¡Esto es culpa tuya! —me grito entre sollozos de su llanto—. Maldita loba, nunca debiste regresar. Si mi hijo muere, será por ti.
Mandé saliva, Intenté recordarme que era una