Capítulo 27.

Levi: 

—Anna por favor... —insistí mientras la seguía. 

Ella seguía caminando hacia nuestra habitación, se nota que esta celosa pero no quiere admitirlo, que terca es esta mujer. 

No es mi culpa que se me haya pasado decirle que me reuniría con Delilah, estaba tan concentrado en otras cosas que se me paso decirle, porque si tenía todas las intenciones de hacerlo, pero ahora Anna cree que no es así. 

La vi entrar a nuestra habitación, por supuesto que entre detrás de ella. 

—Anna mi amor, ¿seguirás así conmigo?

—Si. 

Camine hacia ella y la abrace por detrás, ella se removió un poco pero no la deje, ella no debe molestarse por algo que se me pasó. 

—Ya te dije que lo siento linda —murmuré—, te juro que se me paso decirte, pero iba a hacerlo. 

—Suéltame tonto. 

—No hasta que te contentes conmigo —la apreté mas a mi—, te juro que no hice eso a propósito. 

—Pero ella iba con toda la intención de coquetearte, ¿no viste su escote?

—¿Por qué tendría que ver su escote? —la voltee hacia mi—, no estaba pendiente de eso. 

—Pero ella iba con toda la intención de coquetear contigo. 

—Eso no me interesa Anna —suspiré—, yo iba a reunirme con ella, pero contigo presente, lamento si se me paso decirte. No pensaba reunirme con ella a solas. 

—¿De verdad? —preguntó un poco más calmada. 

—De verdad mi amor, no miento. 

—Bueno.. —rodó los ojos. 

Yo sonreí. Eso de verla celosa me gusto mucho, no la había visto así, estando celosa. No se pero me gusta mucho, se ve muy linda.  

—Te ves hermosa asi, celosa —sonreí. 

—No estaba celosa —desvió la mirada.

—Si, a otro perro con ese hueso —la atraje a mi, ella colocó las manos en mi pecho tratando de alejarme—. Te veías hermosa celosa, eso es, debes marcar a tu hombre.

—Dices unas cosas —ella rió—, pues si, estaba celosa, solo un poco. 

—No me importa, tu celame todo lo que quieras linda —bese su cuello—, sabes que soy todo tuyo.. 

—¿Hablas en serio?

—Muy en serio —me separe un poco de ella—, estamos intentándolo, así que quédate tranquila, no tengo ojos para nadie más. 

Ella sonrió. 

Lo que le digo es cierto, no tengo ojos para nadie más que no sea ella, Anna se ha metido en lo más profundo de mi corazón, mi mente y mi piel. No me imagino mirando a otra mujer que no sea ella, la quiero a ella, solamente a ella.

Me he esforzado demasiado para ganarme su perdón, no pienso echar a perder todo lo que me he esforzado para que ella me perdonara. 

Además, le dije que la quería, cosa que también es cierto, porque si la quiero, sentía que no podía guardarme algo tan importante como eso, le dije que la quería, porque de verdad lo siento, ella se ha metido en mi cabeza, en mi corazón y mi piel, claro que estaba dispuesto a intentarlo con ella. Anna es mi esposa y ella merece todo lo mejor del mundo. 

Yo estoy dispuesto a darle el mundo si es posible. 

Y si, quiero enamorarme de ella. 

Realmente quiero amarla, quiero decirle que la amo. 

He perdido demasiado durante mucho tiempo, perdí en una noche a Cassandra y a mis hijos, los vesti, los enterré, los llore. Así que es justo que quiera rehacer mi vida con alguien que me quiera de verdad, asi como me quiere Anna. 

Se que nuestro comienzo no fue el mejor, claro que no, pero a medida que ha pasado el tiempo, hemos mejorado como personas y como pareja. Acepte mis errores, los resolví y le di el puesto que ella se merece, el de mi esposa y próximamente, reina. 

—Linda, no hemos hablado del tema.. 

—¿Cual tema?

—De la coronación —le dije y ella se apartó de mi—, ¿que pasa? 

—Nada..

—Anna, quedamos en que si pasaba algo, íbamos a hablarlo ¿no es así? —ella asintió—, habla conmigo. 

—Es que.. El tema de la coronación me tiene nerviosa —murmuró.

—A ver —le tomé las manos y la lleve al sofá de nuestra habitación, la senté en mi regazo— ¿qué es lo que te tiene tan nerviosa?

—En que si lo merezco o no —volvió a murmurar—, sabes que las personas siguen sin aceptarme del todo, algunos siguen creyendo que soy una impostora, además de que... No tengo estudios, te juro que hago mi más grande esfuerzo, pero... Sigo pensando en que ser reina es un enorme cargo para mi. 

Entiendo su miedo, porque la entiendo. Me sucedio lo mismo cuando fui coronado, todo era un desastre porque mi padre murió y a los días ya estaba portando su corona, yo sentía que era una enorme responsabilidad y temía de no hacerlo bien. 

—Linda, se que los estudios son importantes para eso —ella asintió—, pero tu has demostrado que eres capaz, que eres lista y con una dicción que sale de ti, de manera natural, tu misma viste y escuchaste todos los elogios hacia ti en la gala con Hayley.

—Si pero..

—Tu eres capaz, claro que lo eres —le sonreí—, solo necesitas mas preparacion y más confianza en ti, yo confío en que lo haras bien. Lo harás bien linda. 

Claro que lo creo, poco a poco ella se va soltando y va adquiriendo confianza en si misma. Ella se está ganando su puesto en este lugar, puede que no haya estudiado, pero tiene más inteligencia y educación que muchas personas que conozco. 

Confío en que ella sera una reina en toda la extensión de la palabra. Yo adoro a Anna y confío en que su gestión como reina será una de las mejores. 

Ella es noble, hermosa y con un corazón precioso. Claro que hará esto bien, solo que aun falta confianza en si misma, se que está trabajando en ello porque lo he podido ver desde que empezó sus actividades. 

Anna es lista, aprende rápido y es muy atenta a todo lo que está a su alrededor, así que ella será una reina en todo el sentido de la palabra. Será la mejor reina de este país. 

(...)

Más tarde: 

—Bien Frederick, si te cité fue para darte una noticia. 

—Oh m****a —murmuró—, no me digas que seras papa..

Me ahogue con el whisky que estaba tomándome, yo lo mire mal. 

—¡No! —exclamo con recelo— No era eso, m****a Frederick —susurre.

—Que alivio, ahora si dime.. 

—Bueno —solté un carraspeo—, era que voy a darte unas vacaciones. 

—¿Eh? ¿Hablas en serio Levi? 

—Muy en serio amigo, llevas trabajando aquí desde hace mucho tiempo y merecer unos días libres, que por cierto no has tomado —saque de mi escritorio un sobre—, son unas vacaciones pagadas para Italia —se lo entregué—, tiene hospedaje, entre otras cosas incluidas, todo por dos semanas. 

—Esto me gusta —sonrió mientras sacaba los boletos—, hay dos ¿por que hay dos?

—Puedes llevar a quien quieras contigo, yo estoy cubriendo los gastos. 

—Gracias amigo —me sonrió—, pero.. ¿Quién estará a cargo de la seguridad? 

—Nadie, no saldré mientras no estés, sabes que no confío en nadie más que no seas tu... Tú ve tranquilo, yo me quedaré aquí con Anna. 

Frederick se merece estos días libres, ha estado trabajando para mi sin descanso durante mucho tiempo, así que se debe descansar y conocer Italia, ya ido muchas veces conmigo, pero como mi empleado, ni siquiera ha tenido tiempo de conocer el pais, asi que, puede ir pero esta vez solo y disfrutar del viaje. 

—Está bien, iré al viaje y de nuevo gracias Levi, gracias por tomarme en cuenta. 

—No hay de que amigo. Partes mañana. 

—¿Mañana?

—Así es, así que puedes ir a hacer tus maletas.

—Joder.. Me encanta este cambio. 

—Oye..

—¿Que? Sabes muy bien que has sido un tonto durante mucho tiempo, ya era hora de que alguien te pusiera un alto.. Sabes que soy tu amigo a parte de ser tu jefe de seguridad, habías cambiado con todos, incluso conmigo... No me metí en tus asuntos porque no se como te sentias, tu mismo apartaste a las personas que querías y lo entiendo, estabas desecho, pero no era justo para mi que me hayas hecho a un lado cuando sabes que contabas conmigo. 

Aquello me hizo desviar la mirada, Frederick tenía razón, después de la muerte de Cass y mis hijos, me volví un ser completamente diferente, me aislé de todos y me importaba poco la opinión de las personas mas cercanas a mi. 

Me comporte como un mal amigo durante mucho tiempo. 

—Lo siento mucho Frederick —murmuré apenado—, realmente fui un tonto contigo.. 

—Lo fuiste —sonrio un poco—, pero lo importante es que recapacitaste, eres humano Levi, eso nos hace errar... Ahora, si me permites amigo mio —se puso de pie—, debo ir a alistar mis maletas y de nuevo gracias. 

—No te preocupes amigo, todo sea por ti. 

El sonrio y salio de mi despacho. De verdad que el se lo merece, ha sido un buen amigo conmigo. He sido un tonto con el y con las personas que me rodean. Debo seguir esforzándome por ello. 

Después que Frederick regrese de Italia, iré a ver a mi madre a la cárcel. 

No me gusta hacerlo, pero debo, ella no sabe que me he casado y se que no debería decirle, pero a pesar de todo es mi madre, aún sigue encerrada por lo que hizo, eso era algo que jamás iba a perdonarle y aun siento vergüenza de lo que hizo. 

—¿Levi? —alce la vista, Anna estaba del otro lado del escritorio.

—Linda.. 

—Te llamé y no me prestaste atención —se acercó a mi—, ¿estás bien?

—Si, es que pensaba en algo.. Ven aquí —ella se acerca aún más a mi, le tome la mano y la senté en mis piernas—, te creí dormida —la miré y con una de mis manos acaricie su pierna. 

—No estabas en la cama —ella tomó mi rostro—, algo te preocupa, ¿que es?

—Es mi mamá —suspiré—, cuando Frederick regrese de su viaje iré a verla. 

—Oh..

—Le diré que nos casamos, hace mucho que no la veo.. 

—¿Te preocupa?

—Si, ella es la que me preocupa, porque debe odiarme por no ir a verla, pero no puedo... Lo que hizo fue horrible Anna —susurré—, me avergüenza tanto..

—Oye no, no deberías, ella fue la que obró mal, no tu.. 

—Si, lo se pero..

—No pienses en eso ahora mi amor —me dio un beso corto—, ella es ella y tu, eres tu. 

—Suena gracioso —reí un poco—, pero si te entiendo.. —cerré mis ojos al sentir como acaricio mis mejillas con sus dedos—, me encanta esto.. —susurré. 

—¿Mis caricias? 

—Si, me encantan —la miré—, tus manos son muy suaves linda... 

—Bueno, me ire a la cama —fruncí el ceño—, te espero allá.

—Pero linda.

—Te espero allá —me guiñó el ojo.

Se bajó de mi regazo y se fue. Vaya que le encanta provocarme, yo no me molesto por ello, yo soy feliz con tenerla en mis brazos. Sonreí ante aquello, me puse de pie para ir hacia la habitación, necesitaba sacarle esa bata de seda del cuerpo. 

Cuando estaba por el pasillo escuche la voz de Frederick. 

—Levi, tienes que venir conmigo ahora.. 

A juzgar por la cara de Frederick, no es bueno lo que esta por decirme. Aun así lo seguí hacia la sala en donde recibíamos a las visitas. No pregunte nada, solo lo segui. 

Al llegar a la sala de visitas, divise a un hombre parado en medio de la misma mirando todo a su alrededor. 

—Hola —me miro—, buenas noches, disculpe pero ¿quien es usted? 

—Su majestad —se acercó a mi—, yo soy Ariel Francois y.. 

—Disculpe pero... No entiendo que hace aquí, ¿quien es? 

—Bueno es que... —el titubeaba— yo.. Yo soy el padre de Anna, ella es mi hija. 

Al escucharlo, retrocedí un par de pasos. Esto tiene que ser una maldita broma de mal gusto, es imposible. El no puede ser el padre de Anna. 

—¿Qué? 

—Si, como oye su majestad —el sostenía el sombrero en sus manos—, yo soy el padre de Anna. Vine porque.. Necesito hablar con ella, necesito verla, necesito ver a mi hija —dijo un poco desesperado. 

Esto tiene que ser una broma de muy mal gusto. 

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