NARRADORA
A Vincent no le gustaba el contacto con nadie, eso era lo normal, solo cierta loba pelirroja podía babosearlo como quisiera.
— Respondiendo a tu pregunta, supongo que la prueba de fuego sería estar cerca de tu compañera y si puedes absorber sus llamas sin dañarla, entonces eres el dueño de la flor devoradora – Isabella se levantó estirando la falda de su vestido.
— Creo que fue menos dramático de lo que pensamos.
— Probaremos entonces luego, solo puedo decir gracias – Vincent se inclinó ante ellos – No importa si funcionó o no, agradezco su ayuda.
— Para eso somos familia, descansa Vincent, creo que ya la pesadilla pasó – Aidan le dijo llevándolo a la puerta.
Vincent se veía agotado física y mentalmente, dio su espalda y ya estaba cerca de la puerta.
Sus ojos oscuros miraban el picaporte y de repente una sonrisa astuta se dibujó en la comisura de su boca.
Había valido la pena esperar, este era solo el comienzo, escaparía y se escondería para regenerar su poder.
Estos idiota