NARRADORA
— No, no, no ¡No me voy a ir sin ti! ¡Me mentiste de nuevo, me dijiste que no nos separaríamos más!
Raven comenzó a gritarle como loca, golpeándolo en el pecho sin fuerza y lágrimas de desesperación caían de sus ojos.
¿Por qué de nuevo, por qué siempre el mundo estaba en contra de ellos, de su amor?
— ¡No te dejaré atrás! ¡NO TE DEJARÉ!
— ¡¡RAVEN!! – Cedrick la tomó por los hombros, zarandeándola un poco y le gritó como nunca había hecho.
La hizo mirarlo, sacándola de su momento de histeria
— ¡Nuestro hijo te espera en la casa, nuestro cachorro se quedará solo si morimos los dos, no podemos dejarlo solo mi amor, no podemos!…
— Cedrick…
Cedrick la abrazó de repente con fuerza contra su pecho, como un demente también enloquecido de dolor y rabia.
Sus ojos enrojecidos, mientras sus manos se aferraban al amor de su vida con locura.
Lo sabía, si se separaban esta vez, posiblemente, nunca más se volverían a encontrar en esta vida.
¿Por qué todo tenía que terminar así para ellos