NARRADORA
Vincent sentía que una piedra había caído de su pecho, pero aún le quedaba mucho por hacer.
A pesar de que cada día tenía que sacar más paciencia para fingir y ver las atrocidades de estas personas, sin poder hacer mucho para impedirlas.
Desde que Theodor se lo encontró por casualidad trabajando en una herrería y le habló de un magnífico plan para vengarse de Cedrick, él lo dejó todo atrás y se unió a sus filas, pero solo para espiar.
Jamás traicionaría a Cedrick, ni siquiera por lo que sucedió entre ellos.
Él lo hizo pensando en el bienestar de su amigo, quería que llegara a la cima como siempre soñó, que cambiara para bien el reino de los hombres lobos, pero luego comprendió que se había equivocado, que había abusado de la amistad de Cedrick y se había tomado facultades que no le pertenecían.
Aun así, nunca tuvo la cara para regresar, esperaba que con estas acciones, Cedrick lo pudiese perdonar y también lo hacía para protegerlo a su manera.
Cuando Vincent se giró y le vi