Ethan continúa pidiendo una oportunidad, sin embargo; Aleyda insiste en esperar un poco más de tiempo, pues, no quiere volver a ser lastimada por su suegra, además, se debe resolver primero el tema de su segundo hijo. Ella quiere estar segura de que esa mujer no tomará represalias cuando la conozca en persona.
—¿Puedo quedarme contigo esta noche?
Pidió.
—¡Estás demente! No quiero pasar la noche al lado de un hombre infiel.
Él insiste en que lo hizo porque estaba dolido por la supuesta traición y abandono del que fue víctima por parte de ella.
Cada día Ethan vuelve a casa con un ramo de flores. En ocasiones, pastel para su hijo y su amada, aunque a ella no le gusta darle muchas cosas de esa índole porque a su hijo porque dañará su salud a lo largo del tiempo.
Aleyda comenzó a trabajar nuevamente. Sus referencias son tan buenas que cualquier centro médico se pelearía por sus servicios de ginecología.
Aquella mujer embarazada continúa viviendo en la casa que Ethan puso a su nombre… no tr