Al día siguiente…
Anastasia se ha quedado en la sala de espera mientras a su esposo le están poniendo mano los médicos, estos le han dicho que la operación puede tardar algunas horas, que no debe preocuparse si no obtiene respuesta pronto.
Con mucho dolor en su corazón, ella realizó una llamada y en cuestión de minutos llegó la persona con la cual ha estado en comunicación desde hace tres días.
―¡Buenos días, señora! ―Saludó la muchacha, fingiendo humildad.
―No me hables con respeto, eso lo hubieses hecho antes de meterte con mi esposo. ―Reclamó.
―Lo lamento, yo solo trabajaba para una empresa como acompañante y este señor contrató mis servicios. Jamás estuvo en mis planes embarazarme de él, pero ahora ha sucedido y exijo que él se haga cargo de nosotros porque yo me he quedado sin trabajo.
―No te preocupes, ahora tus problemas se solucionarán, ahora el hijo que él tanto necesita para que su padre le herede sus empresas, será tu hijo el afortunado. Aunque su madre sea una completa per