Anastasia regresó muy decepcionada a su apartamento, según ella, su jefe no había llegado y ahora tendrá que volver al día siguiente exclusivamente para entregar la renuncia. Ella no tiene idea de que el hombre arrogante al que le dio mal la dirección de su hogar, es el presidente al que ella tanto esperó.

Eliam está furioso porque esa noche llegó al lugar donde la chica le aseguró que vive, al no encontrarla, se llenó de rabia y frustrado le indicó a su hombre de confianza que le investigue no solo el paradero, sino la vida entera de esa chica atrevida. Está urgido por el tema del matrimonio y considera que ella es la adecuada para fingir ser su esposa, pues, se ve sumisa y hará todo lo que él le ordene.

—De mí, nadie se burla. Esa muchachita ha sobrepasado mis límites y deberá pagar por ello. —Juró, apretando los puños y golpeando la pared de su habitación.

Al día siguiente, Anastasia llegó muy temprano a la empresa, no quiere volver a toparse con el empleado arrogante y que la vuel