— Su Majestad — La voz de uno de los guardias lo sacó de sus pensamientos, interrumpiendo el torbellino de dudas que giraba en su mente.
Brandon levantó la mirada, centrando su atención en el guardia real que se encontraba frente a él.
— ¿Encontraron el paradero de Alan? — La pregunta salió con una intensidad contenida, una tensión sutil pero palpable en sus palabras.
El guardia, Marcus, inclinó ligeramente la cabeza antes de responder.
— No, Su Majestad, pero ha enviado un mensaje. Está volviendo a Clifford.
El rey asintió lentamente, procesando la información, pero algo en su interior le decía que ese regreso no era tan simple como parecía. Algo no encajaba, algo permanecía oculto bajo las palabras.
— Gracias. Excelente trabajo, Marcus. — La respuesta fue breve, pero su tono grave reflejaba una mezcla de agradecimiento y, al mismo tiempo, de preocupación. El guardia hizo una reverencia y se retiró con paso firme, dejando al rey de Páradise solo, nuevamente atrapado en la maraña de