Capítulo 96. Chispas bajo la pólvora.
Verónica Ferrer
No me moví. Ni un paso atrás.
Tenía la Glock firme en mi mano derecha, el abrigo ondeando por la brisa cortante. Mis botas firmes sobre la tierra mientras veía al grupo de hombres armados que no sabían si estaban a punto de matar o ser avergonzados por una mujer.
—¿Qué diablos pasa aquí? —rugí con la voz cargada de desprecio—. ¿Crees que me iré porque me lo pides? —dije sin dejar de ver al hombre, cabello castaño oscuro, ojos verdes como hojas envenenadas y esa arrogancia tan propia de los hombres que creen que el mundo se les debe.
Tenía un aura de peligro que olía a pólvora y sudor contenido. Lo que él no sabía es que yo había crecido rodeada de ese tipo de hombres y habían sido ellos mismos quienes me habían enseñado a lidiar con ellos.
—¿Esta es la manera de recibir a una invitada? —espeté, apuntando, sin vacilar al pecho de uno de sus hombres—. Que me disculpe tu jefe, pero tendré que decirle que la hospitalidad no es propia de su gente, más bien son todos unos s