Cap. 40. Una elegante cena privada.
POV. Aris.
Me estaba controlando para que no se volviera un maldito hábito ir tras Maite, pero la verdad era que me moría de ganas. La idea de estar con ella y sus hijos me resultaba inquietantemente interesante.
Sin embargo, tenía prioridades. Y entre ellas, la principal: el motivo por el que estaba aquí, en Italia, “mi venganza”.
Tal como lo había previsto, Vittorio acudió a mí. El viejo infeliz me llamó temprano, prácticamente rogando, como un corderito acorralado. Necesitaba mi influencia, y claro, yo estaba más que dispuesto a seguirle el juego.
Esta venganza estaba destinada a disfrutarse paso a paso.
—¿Qué piensas hacer? —preguntó Nikos, parado a mi espalda mientras yo me acomodaba la corbata.
—Tengo una cena de negocios —respondí con una media sonrisa reflejada en el espejo.
Nikos movió la cabeza con indignación.
—Se supone que queremos acabarlo, no servirle de salvavidas cuando se está hundiendo. No entiendo qué demonios pasa por tu cabeza. Ese maldito viejo organizó una cen