Cap. 140. ¿Qué hice?
Narrador omnisciente
La puerta estalló sin ceremonia y una docena de agentes armados entraron como una ola.
—Hemos recibido una llamada denunciando un asesinato —informó un agente, irrumpiendo en el salón con autoridad mientras otros oficiales revisaban cada rincón.
Todos se volvieron hacia Maite cuando ella dio un paso al frente, con el rostro empapado en lágrimas.
—Sí. Es esta mujer —dijo, señalando con el dedo tembloroso a Helena—. Cometió varios crímenes. El primero… fue asesinar a mi hermana gemela, Marina Lombardi.
Helena soltó una risa sorda, como si lo que oía fuera una mala comedia.
Maite alzó el teléfono con la pantalla encendida.
—Aquí tengo el video que muestra claramente cómo la torturó hasta matarla. Sin piedad. Y el segundo crimen fue implantar explosivos en esta misma residencia, poniendo en riesgo decenas de vidas.
Celine entrecerró los ojos con una expresión de incomodidad, apretando los labios con fuerza. Estaba de acuerdo con que Maite denunciara la muerte de Marin