Aurora:
Me sentía un poco perdida sin Ernestina cerca, esa bruja me cuidaba tanto que la sensación de estar desprotegida sin ella me agobiaba.
- ¿Te sientes bien, Aurora?
- Si, Dilan, perfectamente – respondí un poco molesta - ¿por qué le ha dado a todo el mundo por preguntarme, no como estoy sino como me siento? – acompañé mi respuesta con un resoplo - ¿A caso me veo enferma?
- Ya te dije que te veo más pálida que de costumbre…
- ¿Y haciéndome enojar crees que se me pondrán rosadas las mejillas? – pregunté sarcásticamente - ¡Soy un vampiro, un maldito vampiro! Y por si no te has dado cuenta estoy muerta, bien muerta – Dilan me observaba con asombro – ¡y todo eso te lo debo a ti! – le grité
Estaba enojada y molesta, no tenía motivos aparente, pero así me sentía, quería salir corriendo y parar solo cuando estuviera exhausta, o de lo contrario romper todo lo que tenía a mí paso. Si esto me hubiera pasado hace algo más de un año atrás, seguramente hubiera hecho alguna de los dos cosas si