Narrador:
Luego de lo sucedido en la cocina, ambos se dirigieron a sus respectivos dormitorios para poder disfrutar de una ducha reparadora.
El primero en terminar fue Dilan quien volvió y se puso a preparar algo de comer.
- ¡Wow!, que bien huele
Dijo Aurora, abrazando a Dilan por la espalda y pegando su nariz a la musculosa espalda del Lobo. Él sonrió
- ¡La comida o yo!
- Ambos
Dilan giró para quedar frete a Aurora, tomó su rostro y la besó dulcemente
- Si no fuera porque se me quema lo que estoy preparando, te tiraría otra vez sobre la encimera para viol*arte reiteradas veces
- ¡Siempre tan romántico tú!
Y ambos soltaron a reír a carcajadas, como solían hacerlo cuando estaban en el Astillero, donde todo fluía y parecía perfecto, aunque fuera solo una ilusión.
Mientras comían, hablaban de muchas cosas.
- Cuéntame algo de ti – solicitó de repente Dilan
- ¿Qué te puedo contar que no sepas?
- Muchas cosas, como fue tu niñez, por ejemplo, que pretendías ser de adulta, y hablo como humana