POV Nicolás

El eco de los pasos de Mila aún resonaba en el pasillo cuando cerré la puerta del despacho. Me quedé un instante quieto, observando cómo la madera crujía al cerrarse, como si supiera que guardaba un secreto demasiado grande para el resto del mundo.

La penumbra llenaba la estancia. El olor a cuero viejo de los sillones se mezclaba con el leve aroma a whisky que se filtraba desde el bar. Frente a mí, el enorme librero dominaba la pared de fondo, cargado de volúmenes que cualquiera creería puestos allí solo por ostentación. Pero no era una decoración, no para mí. Era mi llave.

Me acerqué despacio, como si el simple acto de caminar hacia él despertara a un fantasma. Deslicé los dedos sobre los lomos gastados hasta encontrar la novela de Ches Pier, la misma que siempre me había parecido fuera de lugar entre tratados de economía y biografías políticas. La tomé y tiré levemente hacia abajo.

Un clic sonó en la estructura, seco y metálico. El librero tembló antes de comenzar a move