El aire en el estudio 'Tejidos del Alma' era cálido y perfumado con el suave aroma de telas y madera. Ji-woo estaba sentada en su mesa de trabajo, revisando diseños para la próxima colección, pero su mente no estaba en los bocetos. La noticia de la caída final de Seo-yeon había traído una extraña mezcla de alivio y melancolía. La sombra se había levantado, sí, pero las cicatrices permanecían.
La puerta se abrió suavemente y Jae-hyun entró. No era una visita de negocios; lo sabía por su postura, por la quietud en sus ojos. Vestía ropa casual, una camiseta de manga larga y pantalones oscuros, despojándose de la armadura del CEO.
"¿Puedo pasar?", preguntó, su voz baja, casi tentativa.
Ji-woo asintió, su corazón latiendo con una mezcla de ansiedad y anticipación. La última vez que habían estado a solas, la conversación había sido sobre negocios, aunque cargada de una tensión no dicha. Ahora, la atmósfera era diferente, pesada con todo lo que no se había dicho, con todo el dolor y la esper