Se observa en el espejo, está pálida y sin nada de maquillaje, sus ojeras son pronunciadas y sus ojos brillan, pero no lo hacen con la misma intensidad. A pesar de sentirse satisfecha después de tres orgasmos y de que Rocco le confirmara que la ama, tanto o más de lo que ella lo ama a él, por su propio bien, no puede dar marcha atrás y debe continuar con su vida.
Se viste y sale a la sala VIP, ella sabe que él todavía sigue ahí, la espera y no va a renunciar a obtener una respuesta.
—No podría hacer lo que me estás pidiendo, porque si dejara avanzar este embarazo, se convertiría en una vida, en un corazoncito latiendo dentro de mí, y podría parecerse a ti o a mí o a los dos y no sería capaz de alejarme de él. — Rocco, que se ha organizado los pantalones y la camisa, volviendo a su fría imagen de capo de