Luca, está agotado, ha llegado hace unas horas desde Montreal y su cuerpo le pide reposo, pero con los últimos acontecimientos no puede darse el lujo de descansar. Después de dejar al chico de los Caligiuri con su familia y al tío de este, lo más cerca posible de un hospital, lo subieron a un taxi y se aseguraron de que fuera dejado a las puertas de este y fuera atendido.
Luca se dirige con sus hombres a la casa de Enzo, él todavía no puede creer que lo que el muchacho dijo sea verdad. No duda de Filippo, él no miente, les dijo lo que escuchó y lo que sabía. Pero, Luca tiene la sensación de que algo está ocurriendo y que las cosas no son tan simples. Tiene la impresión de que a Enzo lo han tomado como chivo expiatorio y que buscan implicarlo.
Matteo es amigo de Enzo, y aunque poco probable, en este mundo, en ocasiones los amigos, son los peores enemigos.
— Luca, ¿tienes alguna idea del motivo por el que buscamos a Enzo a estas horas de la