—¿Qué estás haciendo? Te dije que no lo miraras y mucho menos de la forma en la que lo hiciste hace un momento, no quiero habladurías ni inquietar a mi madre. — Acabado los saludos, Gianluca arrastra a Caterina a una pequeña antesala.
—No he hecho nada malo, solo lo saludé como lo hice con los demás. — Él la toma de la mandíbula con mucha fuerza y le deja un beso duro en sus labios.
—Por supuesto que hiciste algo, lo miraste con anhelo y no voy a permitir que me faltes al respeto de esa manera.
—Yo no…
—Chúpamela. — Caterina abre los ojos en el momento en el que Gianluc