Rocco deja a Nicola enla cuna que dispusieron entre el área de juegos y la habitación y se dirige a la sala de baño. Caterina lo sigue de inmediato.

—Rocco, tenía que hacerlo, nada de lo que viste es real, yo no… — Se queda en silencio al recordar la primera embestida de Gianluca, cómo poseyó su cuerpo con tanta brusquedad, que lo sentía por todas partes y el dolor era demasiado punzante e intenso.

—¿No era real que ustedes dos estaban desnudos y el tipo estaba tan erecto que ni se preocupaba en ocultarlo porque era imposible hacerlo? — Caterina parpadea al observar a Rocco quitarse la camisa y dejar su pecho y espalda al descubierto, como un regalo para su codiciosa mirada.

—No, sí. Sí, fue real, quiero decir, él sí estaba… — Toma aire y respira.

—Ahórrate los detalles, porque puedo imaginarme lo que estaba haci