Rocco se pasa dos dedos por su frente, le duele la cabeza y tiene ganas de explotarla contra lo primero que encuentre.

Caterina no le ha hablado ni explicado nada de lo que sucedió en su villa, no le ha explicado por qué se encontraba desnuda con Ruggieri, o si tuvieron sexo, o si de verdad había regresado con él.Lo dejó en una inquietud profunda, sin ni siquiera responderle cuando le pregunta sobre Nicola.

—¿Has comido? — Rocco asiente ante la pregunta de Salvatore que acaba de entrar a su estudio. Es el fin del año y lo que menos desea Rocco es participar en una cena organizada por su madre.

—¿Cómo está Isabella? — Ese día él la sacó de la casa de Caterina de inmediato, antes de que el imbécil de Ruggieri empezara a hablar de respeto apuntando a un niño con su