ME PASÉ DE TRAGOS.
Ese día Omar y Marian salieron a trabajar, el día pasó sin más, a la hora del almuerzo, fueron a comer algo en un restaurante cerca de la playa, el calor era bastante fuerte.
-Vamos señora Marian, tómese una de estas, verá que le caerá bien, dijo Juan.
-Gracias Juan, dijo Marian tomando una cerveza gigante, la tomó casi que de inmediato.
-Señora Marian, tome un poco más despacio, esto es cerveza y si quita un poco la sed, pero es perjudicial si no está acostumbrada, podría emborracharse un poco rápido.
Omar no dijo nada, él solamente sonrió mirándola de reojo, era posible que Marian estuviera acostumbrada a beber de esa manera, él estaba equivocado con ella, imaginaba que era tan inocente como ella había querido que él la conociera, sin embargo, María le había abierto los ojos de la peor manera posible, con pruebas y todo.
Sirvieron otra gigantesca jarra y Marian la bebió de la misma manera, así pasaron las horas, cuando la chica intentó ir al tocador, no pudo levantarse y casi cae s