Después de que leyeron el testamento, la señora Marian salió corriendo del lugar como desorientada; intenté salir a buscarla, pero ella subió a un taxi, minutos más tarde llegó Landon y ahí mismo delante de la secretaria y de mi le gritó a Ana que donde estaba la que sería su mujer, refiriéndose a la señorita Marian.

Ana estaba bastante asustada, lo único que le dijo fue que lo estaba esperando en casa, que no se preocupara que al día siguiente se casaría con Marian, que era el pago que le daría por todo lo que le había ayudado con el veneno para deshacerse de su marido.

Señor Vitale, ahí me quedé con la boca abierta ellos no habían notado que yo estaba en la recepción, la secretaria estaba en uno de los archivos, así que yo rápidamente me puse los audífonos, para que pensaran que yo no había escuchado nada.

Landon me decía que saliera del lugar y que si decía algo me mataría sin pensarlo dos veces, pero yo hacía como que bailaba con la música que supuestamente estaba escuchando.

Land