EN LA MANSIÓN DE LANDON.

-Por Dios Landon, pensé que no ibas a salir nunca, hace horas te envié un maldito mensaje que quería regresar a la casa

¿Qué era tan importante como para que te quedaras tanto tiempo?

-Vamos Ruma, esta mujer que ves aquí, acaba de conseguir un empleo nada más y nada menos que con Omar Vitale en su empresa, crees que era importante que estuvieras esperándome en el auto, ahora te voy a complacer, no te preocupes.

-Por favor, tú crees que Marian va a dar la talla en una empresa como esas, si acaso y le permitían llevar la empresa de su padre por lastima, cuando él falleció la empresa se vino de picada y su madrasta la vendió por una suma insignificante.

-Bueno, ya no importa, lo importante es que esta mujercita, mi bella esposa ha conseguido algo mejor de lo que tenía en mis expectativas.

-Por favor, ya basta, vamos a ver si realmente doy la talla como dice Ruma, decía Marian mientras cerraba los ojos pensando en el beso de Omar.

Al llegar a la mansión, Marian salió del auto, subió directamente a su habitación, cerró la puerta con seguro, se quitó el vestido; llenó la tina con agua caliente y se dio una larga ducha.

Ella cerraba los ojos y solamente pensaba en el beso que Omar le había dado, a ella nunca la habían besado de esa manera.

Landon había intentado besarla en algún momento, pero ella no le correspondía el beso, ella lo odiaba sobre todas la cosas, ya que cuando se acercó a ella en el funeral de su padre, lo hizo de una manera abrupta.

“Sabes quién soy yo, soy Landon Drope amigo de Ana y Ariana, ellas no te quieren cerca, así que adivina, seré tu dueño, acabo de pagar una suma de dinero bastante grande por ti” con esas palabras Landon se había acercado a Marian; ella cada vez que recordaba esas palabras sentía como las lagrimas invadían su cuerpo.

El día en que Marian salió de su casa, ella no deseaba hacerlo, la había vendido su madrasta, se había quedado con la empresa de su padre y prácticamente la había dejado en la calle, su padre había dejado la empresa a su nombre, pero con la ayuda de un abogado, ella había cambiado el testamento, haciendo ver que Raúl el padre de Marian no le había dejado nada absolutamente a ella.

Marian sabía de la existencia del testamento de su padre y a nombre de quien había dejado él sus bienes, sin embargo, no había nada que hacer ante la mala persona que tenía como madrasta, la empresa ya no existía, Ana la había vendido a algún hombre adinerado, ya no existía nada por que pelear.

La noche en que Marian durmió en la mansión de Landon, este había intentado besarla, pero Marian se rehusaba a que lo hiciera, ella no sentía nada más que repudio por él, mas aun cuando se dio cuenta de lo que realmente hacía el hombre para vivir, con dinero de narcotráfico, había pagado por ella.

Una noche, cuando Marian estaba en su habitación, Landon entró e intentó abusar de ella, pero con un fuerte golpe, ella lo evitó, después de esa noche, Landon prefería pasar el tiempo con Ruma o alguna prostituta fina.

-Mujeres que deseen estar conmigo hay cientos Marian, no te creas tan importante, si quisiera tomarte lo haría, total, eres de mi propiedad, espero y nunca lo olvides.

-Entonces como el gran hombre que eres, busca las mujeres que deseen estar contigo y a mi déjame en paz, eres un hombre que no debería rogarle a ninguna mujer, le dijo Marian hiriendo sus sentimientos de hombre.

Después de esa noche, Landon prefería buscar o otras mujeres, antes de sentirse rechazado por la mujer, él decía ser mucho para una muerta de hambre.

Al hombre le gustaba Marian, a todo hombre que la conociera le iba a gustar, era una mujer hermosa, pero su orgullo podía más que eso, no se había deshecho de ella porque era el gancho para hacer negocios, una mujer bella podía conquistar al socio más difícil.

Marian se odiaba a si misma de sentir como Landon la utilizaba para lograr sus fechorías, ya en una ocasión ella había escuchado al hombre hablar con Ruma y decirle que si no fuera por lo que conseguía con Marian en los negocios, ya se hubiese quitado de encima ese problema.

Ruma la odiaba, aunque no podía hacer nada en contra de ella porque estaba segura que Landon la mataría, esa era la carta de presentación que tenía ante los demás de ser una pareja perfecta en un matrimonio hermoso.

Marian seguía sumida en los pensamientos del beso de Omar, recordando como la excitación del hombre se podía sentir bajo su pantalón y como chocaba contra su vientre, la mujer sentía mariposas en el estomago, se ruborizaba un poco ya que nunca había sentido algo así.

Estando dentro de la tina, Marian podía sentir como le excitaba el recuerdo del encuentro con aquel hombre que con solo imaginarlo, la hacía sentir un escalofrío por todo su cuerpo.

Marian no había tenido contacto con ningún hombre de manera sexual, hasta que Omar Vitale se cruzó en su camino y la hizo sentir un sube y baja en todo su ser.

Al salir de la tina, Marian se sentía con mucho sueño, se había relajado de mas, ella se acostó intentando dormir, ya era la una de la mañana del domingo y sabía que pasaría sola en la casa, Landon estaría con Ruma y no la molestaría.

Marian calló rendida, a eso de las diez de la mañana, despertó por el toque en la puerta de su habitación, una de las empleadas,

-Señora Marian, tengo un mensaje de su esposo.

Marian se levantó de la cama un poco asustada, cuando Landon le mandaba a decir algo, ella sabía que habrían problemas o mínimo la encerraría en un cuarto oscuro.

-¿Que pasa María, para que me necesitas?, preguntó Marian nerviosa.

-Señora, abra, no se preocupe, no es para nada malo, de verdad, confíe en mi.

Marian abrió la puerta, asustada, pero confiaba en María.

Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP