Capítulo 90: Buenas noticias
Las palabras de Liam resonaban en la mente de Ava como un eco persistente: "Es la misma manera en que tú lo miras a él". ¿Era tan transparente? ¿Podía un niño de seis años ver lo que ella llevaba años intentando ocultar incluso a sí misma?
Al caer la tarde, el hospital se sumió en una calma inquietante. Liam dormía plácidamente, agotado por la emoción del día, mientras Lía coloreaba sentada en una silla junto a la ventana, sumergida en su mundo de crayones y princesas. Ava observaba a sus hijos, sintiendo cómo el peso de las decisiones posaba sobre sus hombros como unas pesas.
—Mami —la voz de Lía rompió el silencio—, cuando papá venga esta noche, ¿podemos pedir pizza? Es que la comida del hospital es aburrida.
Ava forzó una sonrisa. La naturalidad con la que su hija incluía a Logan en sus planes le producía una mezcla de alegría y terror.
—Veremos, cariño. Lo importante es que tu hermano descanse.
—Pero papá dijo que los papás cumplen sus promesas —insist