Capítulo 17. Olivia y Cássio se entregan
Se dejaron llevar.
No había odio entre ellos, dudas ni mucho menos venganza.
La respuesta de ambos al contacto del otro fue inmediata.
Olivia se aferró a su cuello como si su vida dependiera de ello y Cássio la pegó a su pecho necesitando sentir más que el fuego de su cuerpo. Quería su alma. Quería… traspasar cada capa de piel y adueñarse de ella hasta que se le olvidara su identidad.
Sus alientos chocaron, a la vez que sus lenguas se buscaban y peleaban.
Aun así, no fue suficiente para ambos. Rodaron en la habitación, se besaron en cada esquina, en cada mueble y mesa.
Sin darse cuenta, llegaron a los pies de la cama.
Ese hecho como un choque de realidad, pero no se detuvieron. Cássio no podía y Olivia no tenía ni la menor idea de cómo hacerlo.
Las grandes manos del brasileño tomaron la pequeña y delicada cintura de su esposa hasta instarla a rodearlo con ellas. Se sentó en la cama. Ella a horcajadas.
Sus corazones todavía latiendo.
Para ese punto, no había espacio para la racionalidad