Capítulo 31. Familia, anillo y enfrentar a la justicia
Capítulo 31. Familia, anillo y enfrentar a la justicia
Días después, el amanecer bañaba la hacienda con un resplandor suave, como si los días grises hubiesen quedado atrás. Olivia despertó sintiendo el calor del cuerpo de Cassio a su lado, su respiración acompasada rozando su cuello. Abrió los ojos despacio, acarició el dorso de la mano que él mantenía sobre su vientre y sonrió con ternura.
— Buenos días — susurró Cassio, sin abrir aún los ojos.
— Buenos días… — contestó ella, rozándole los labios con un beso ligero.
La casa grande parecía otra desde que habían vuelto a unirse. Los pasillos olían a flores frescas, las cortinas ondeaban con el aire de la mañana, y hasta las criadas caminaban con una alegría renovada. Olivia había comenzado a levantarse temprano, bajaba a la cocina y ayudaba a María con el desayuno. Entre risas, amasaban pan o cortaban fruta, y luego disponían la mesa en el jardín.
Aquella mañana, Olivia colocó una jarra de jugo de naranja sobre la mesa, al lado de las f