Mundo ficciónIniciar sesiónLos días siguientes pasaron en una niebla de recuperación y reflexión. El veneno había dejado mi cuerpo débil, y aunque mi habilidad curativa innata aceleraba el proceso, todavía me encontraba agotada al final de cada día.
Pero no era el dolor físico lo que me mantenía despierta por las noches.
Era la pregunta que Vex había plantado en mi mente durante una de sus visitas a mi habitación, cuando me encontró mirando por la ventana hacia las montañas distantes donde alguna vez había llamado hogar.







