Mundo ficciónIniciar sesiónEl gran salón de la Manada del Crepúsculo había sido transformado para la ceremonia de unión. Guirnaldas de flores nocturnas—jazmín plateado y rosas de medianoche—colgaban de las vigas, su fragancia llenando el aire. Antorchas ardían en soportes de hierro forjado, proyectando sombras danzantes sobre las paredes de piedra.
Cientos de miembros de la manada llenaban el espacio, sus rostros iluminados por la luz de las llamas y la luna llena que brillaba a través de las ventanas arqueadas.
Me encontraba en una habitación lateral, observando mi reflejo en un espejo pulido. El vestido que llevaba era una obra de arte—seda negra que flu&iacu







