– Un nuevo comienzo
Isaac corrió hacia su madre apenas la vio.
—¡Mamá, mira el dibujo que hice! —dijo entusiasmado, levantando la hoja con orgullo.
Cristina lo abrazó con ternura y miró el dibujo.
—Está hermoso, mi amor. Tienes mucho talento —respondió con una sonrisa.
A su lado, Aisel observaba la escena con timidez. Se acercó despacio, sosteniendo las manos tras la espalda.
—Hola, Cristina —dijo finalmente, con una voz dulce pero algo nerviosa.
Ruben, que estaba detrás, sonrió apenas escuchó a su hija pronunciar esas palabras. Era el paso que había estado esperando.
Cristina se giró hacia Aisel y le respondió con calidez:
—Hola, Aisel. ¿Cómo estás?
La niña sonrió, aunque sus mejillas se sonrojaron.
—Quiero que me perdones… por lo que hice, y por las cosas que te dije en el baño —murmuró, bajando la mirada.
Cristina se inclinó un poco hasta quedar a su altura y, con una sonrisa traviesa, le susurró:
—No te preocupes, cariño. Yo no me acuerdo de nada de eso.
Luego le guiñó un ojo con